CAPITULO 23
Fiorella regresa a la editorial
Patricia está reunida con Diego en la mansión. La mujer habla con su marido y le amenaza con volver con Barrios si, en menos de siete días, sus hijos no abandonan el internado y regresan a casa. Paralelamente, Paula está contándole sus penas a Elvira. La joven se queja de lo mal que le trata Joaquín. Entonces, Elvira decide hablar con él y echarle en cara su comportamiento. Al verse acorralado, Joaquín opta por pedirle perdón a su novia. Patricia está reunida con Diego en la mansión. La mujer habla con su marido y le amenaza con volver con Barrios si, en menos de siete días, sus hijos no abandonan el internado y regresan a casa. Paralelamente, Paula está contándole sus penas a Elvira. La joven se queja de lo mal que le trata Joaquín. Entonces, Elvira decide hablar con él y echarle en cara su comportamiento. Al verse acorralado, Joaquín opta por pedirle perdón a su novia.
Pichón y Elvira por fin se encuentran
Pero todo forma parte de una trama para conseguir que Elvira les deje tranquilos. Por eso, cuando la mujer se va, Joaquín se lanza sobre Paula y le da una bofetada tan fuerte que la chica cae sobre la cama. Además, le dice que, si vuelve a comentar con alguien lo sucedido, las consecuencias serán más graves. Christian y Norma acuerdan con Pichón cómo será el encuentro con Elvira. El chico acepta su plan: estará a las seis en casa de Patricia. Cuando llega la hora, madre e hijo se encuentran por fin. Él, emocionado, le dice que no la odia, pero que necesita reflexionar durante un tiempo y contarle a Soledad todo lo que ha ocurrido. Elvira acepta y ambos se abrazan por primera vez. Fiorella es feliz, ya que su hijo se ha recuperado. Durante este tiempo ha estado escondida en casa de Amparito, pero ahora ha llegado el momento de volver a la mansión. Pichón visita a Paula y le advierte que tenga cuidado con Quino, pues sabe que pega a las mujeres. Justo cuando está a punto de irse, aparece Joaquín. Pichón le grita que no haga daño a Paula y él responde que no se meta en sus asuntos o le contará a Soledad que ha encontrado a su madre. Fiorella regresa a la editorial y, cuando entra en el despacho de Andrés, le ve besándose con Rebeca. La joven aparenta indiferencia y sólo se dirige a su ex novio para pedirle que revisen juntos la contabilidad, ante el enfado de Rebeca, que piensa que ésa es una labor suya. Por otra parte, Fiorella sólo dispone de unas horas para no perder su herencia. Si en ese plazo de tiempo no ha regresado a la mansión, Roberta se habrá salido con la suya. Mientras, en la casa, todos están pendientes de la llegada de Fiorella, quien se ha quedado encerrada con Meche en el ascensor. Pero todo forma parte de una trama para conseguir que Elvira les deje tranquilos. Por eso, cuando la mujer se va, Joaquín se lanza sobre Paula y le da una bofetada tan fuerte que la chica cae sobre la cama. Además, le dice que, si vuelve a comentar con alguien lo sucedido, las consecuencias serán más graves. Christian y Norma acuerdan con Pichón cómo será el encuentro con Elvira. El chico acepta su plan: estará a las seis en casa de Patricia. Cuando llega la hora, madre e hijo se encuentran por fin. Él, emocionado, le dice que no la odia, pero que necesita reflexionar durante un tiempo y contarle a Soledad todo lo que ha ocurrido. Elvira acepta y ambos se abrazan por primera vez. Fiorella es feliz, ya que su hijo se ha recuperado. Durante este tiempo ha estado escondida en casa de Amparito, pero ahora ha llegado el momento de volver a la mansión. Pichón visita a Paula y le advierte que tenga cuidado con Quino, pues sabe que pega a las mujeres. Justo cuando está a punto de irse, aparece Joaquín. Pichón le grita que no haga daño a Paula y él responde que no se meta en sus asuntos o le contará a Soledad que ha encontrado a su madre. Fiorella regresa a la editorial y, cuando entra en el despacho de Andrés, le ve besándose con Rebeca. La joven aparenta indiferencia y sólo se dirige a su ex novio para pedirle que revisen juntos la contabilidad, ante el enfado de Rebeca, que piensa que ésa es una labor suya. Por otra parte, Fiorella sólo dispone de unas horas para no perder su herencia. Si en ese plazo de tiempo no ha regresado a la mansión, Roberta se habrá salido con la suya. Mientras, en la casa, todos están pendientes de la llegada de Fiorella, quien se ha quedado encerrada con Meche en el ascensor.